La orientación educativa en tiempos de coronavirus: retos presentes y futuros.

Tres compañeros, Jesús Zapatero, Patricia Ajenjo y Ana Murcia, nos traen hoy al blog varias reflexiones sobre los retos de presente y futuro que debemos afrontar desde la orientación educativa. Los tiempos de crisis, como la que nos plantea la pandemia por COVID-19, pueden servir sin duda para pararse y reflexionar como proponen los autores.

 

Con ganas, en equipo y con humildad, por Jesús Zapatero

Reflexionando sobre cómo debe ser la orientación educativa en tiempos de la enfermedad COVID-19, por más vueltas que le doy, no llego a ninguna respuesta clara. Más bien me surgen más preguntas… Algunas de estas preguntas son similares a las que me hacía en el mes de febrero, es decir, antes de que todo esto ocurriera, pero otras son diferentes.

Pienso que esta situación tan imprevista, tan grave y tan compleja a todos los niveles, nos pone a todos ante las preguntas más importantes y trascendentales de la vida, como personas, como individuos y como sociedad. Nos enfrenta a nuestros valores y a nuestras prioridades, a nuestras expectativas y actitudes, a nuestra capacidad de aprendizaje y de adaptación. De alguna manera, también es un examen colectivo a nuestras competencias sociales y cívicas, a nuestras competencias organizativas y de trabajo en equipo, así como de iniciativa y espíritu emprendedor y, por supuesto, a nuestras competencias emocionales y nuestra capacidad para gestionar la incertidumbre. ¡Casi nada! Y me surge una primera pregunta: ¿cuál es el resultado de nuestra “evaluación” (como colectivo) en todas estas competencias?

La situación que estamos viviendo actualmente me ha reafirmado en algunas cuestiones, como las siguientes.

  • La Orientación (y sus equipos humanos), tiene su razón de ser como ayuda a todos los miembros de la Comunidad Educativa, siendo el alumno su principal centro de intervención. En momentos de especial necesidad, como el actual, con mayor motivo. Ya hace un tiempo proponía que «las tareas de los Servicios de Orientación que más influyen en los resultados, son las que tienen que ver con el trato directo a las personas (alumnado, familias, profesorado, etc.) en el marco de proyectos y programas integrados en el centro y en el entorno.» (Zapatero Herranz, 2017)
  • La Orientación no puede hacer nada sin la colaboración, la coordinación y el apoyo de los equipos directivos y el profesorado. Esto es fundamental.
  • Una de las herramientas fundamentales de la Orientación es generar procesos emocionales y de participación, tanto individuales como colectivos, siendo fundamental en la mayoría de los casos, el acompañamiento físico y presencial.
  • En relación con lo anterior, el trabajo de apoyo a la tutoría y a la educación socioemocional debe ser potenciado en el futuro, encontrando fórmulas y estrategias avaladas científicamente y puestas en práctica con rigor y eficacia.
  • La inclusión educativa, como principio y como estrategia, va a tener que reforzarse ahora más que nunca (y a reinventarse) si no quiere convertirse en un concepto retórico vacío de contenido.
  • El avance que se ha producido en muy poco tiempo, a la hora de trabajar a distancia, colaborar y compartir recursos (tanto entre el profesorado de orientación como en los propios centros) debería continuar buscando, además, nuevas fórmulas que permitan humanizar esa tecnología, con creatividad y con metodologías eficaces capaces de complementar, y no sustituir, a la docencia y la orientación de tipo presencial.
  • Se tendrían que crear plataformas online potentes, funcionales e integradas en otras ya existentes, que permitan hacer visible a la Comunidad Educativa todos los recursos, la información y los programas relacionados con la Orientación Educativa, a modo de Servicios virtuales de Orientación. Por cierto, es preciso recordar, poner en valor y agradecer a sus creadores, que se adelantaron a su tiempo, experiencias y proyectos como “Orientapas”, “Tuitorientadores de Guardia”, “Maletín OrienTIC” o “Colectivo Orienta”, entre otros, ya que son una fuente inagotable de recursos innovadores y plenamente útiles. Han trazado el camino a seguir y, probablemente, sus aportaciones tengan algo que ver con la rápida respuesta que se ha podido “improvisar” a la situación actual …
  • La Administraciones Educativas deberían potenciar la colaboración y coordinación entre las diferentes redes de orientación (Zapatero et al., 2019) así como el trabajo interdisciplinar con otros ámbitos y recursos.
  • Se debe profundizar en la capacidad de autonomía y la flexibilidad de los Servicios de Orientación en consonancia con la capacidad de autonomía y la diversidad de contextos de los centros educativos.
  • En paralelo, se debería ampliar la dotación de los recursos humanos y materiales con criterios de proporcionalidad, calidad y eficiencia.
  • Se deberían simplificar al máximo los procesos administrativos relacionados con la Orientación y, me gustaría suponer, también en muchos otros ámbitos. Es necesario eliminar el trabajo burocrático que no aporta ningún valor, permitiendo utilizar de una manera eficiente los sistemas informáticos que sirven para gestionar toda la información del sistema Educativo. Está muy claro que tecnológicamente es posible porque en otros ámbitos ya se hace. Es una cuestión de eficiencia, de ahorro, y también de transparencia. La Administración digital es compatible (y necesaria) para un ejercicio pleno de los derechos de todo ciudadano.

Supongo que mis reflexiones no aportan cosas demasiado novedosas y que cada profesional, desde su experiencia y su mirada, puede estar de acuerdo o no con ellas. Se quedan muchas ideas en el tintero pero, en cualquier caso, lo que me parece muy importante y quiero agradecer de manera muy especial, aquí y ahora, es que existan grupos y profesionales como los que hacen posible que existan estos debates, estos cauces para la participación y estos recursos para la difusión, la formación y la innovación en Orientación educativa… Para mí, en el debate y el intercambio de experiencias y propuestas, están las claves de la Orientación educativa en los tiempos de COVID-19 y, por tanto, las claves de la Orientación del futuro, aunque aún no sepamos cómo va a ser ese futuro.

1A - Foto Perfil Jesús Zapatero

Jesús Zapatero Herranz

Orientador I.E.S Pablo Serrano (Zaragoza)

diariodeclasezapa@gmail.com

https://sites.google.com/view/orienta-accion/

https://www.facebook.com/jzapateroherranz

 

 

Una llamada urgente para redefinir nuestro rol en orientación educativa, por Patricia Ajenjo y Ana Murcia

Son tiempos difíciles para nuestro sistema educativo. Nos enfrentamos a una situación sin precedentes.

Ante las adversidades, las personas, en función de sus recursos y circunstancias, actuamos como buenamente podemos. Nuestras decisiones pueden ser más o menos acertadas, pero funcionamos para adaptarnos a ese medio cambiante. Supervivencia pura.

El panorama de extrema gravedad con el que nos encontramos actualmente debido a la pandemia del COVID19, nos deja desconcertadas, en principio, ante un futuro incierto. Esa incertidumbre, por otro lado, adaptativa y natural, determina nuestra forma de estar, de ser y de sentir. Necesariamente pasamos por unas fases que no podemos ni debemos negar (enfado, resignación, aceptación…).

Pero no olvidemos que antes de esta situación, la orientación educativa, ya estaba en crisis. Y no sólo lo decimos nosotras: en mayo de 2019, Ana Cobos Cedillo, presidenta de la COPOE, apuntaba en su ponencia del III Congreso Internacional de Orientación celebrado en Badajoz, a los retos que tenemos los orientadores y las orientadoras ante la construcción de una identidad común.  Esta “ambigüedad profesional” viene marcada por multitud de variables (funciones diferentes según la Comunidad Autónoma, procedimientos no estandarizados, falta de corpus teórico, la etapa educativa donde ejerzamos nuestras funciones…, amén de las sinergias que se dan en los propios centros educativos. No podemos defender algo cuando no sabemos lo que realmente somos.

Nosotras creemos que hay que empezar por preguntarnos si realmente somos accesibles. Hablamos de accesibilidad cognitiva, de accesibilidad emocional, de accesibilidad sensorial, pero… ¿somos los orientadores y las orientadoras realmente accesibles?

Quizás nos vendría bien hacer un pequeño acto de autorreflexión:

  • ¿Somos accesibles en los espacios en los que nos movemos? ¿Dónde permanecemos más tiempo: en el despacho, en espacios comunes de reunión, en el patio del centro educativo, entramos en las aulas?
  • ¿Somos accesibles en el lenguaje (oral y escrito) ? Cuando hablamos con el profesorado, ¿nos entienden? ¿abusamos de los tecnicismos en nuestros informes? ¿Asesoramos a las familias con palabras comprensibles, cálidas y afables? ¿O más bien tiramos de jeroglíficos y de “puntos débiles”?
  • ¿Intentamos llegar a todas los agentes con los que trabajamos y nos adaptamos a sus canales comunicativos? ¿Estamos en disposición de utilizar otro medio que no sea un correo electrónico? ¿Nos saltamos procedimientos obsoletos que son claras barreras?
  • ¿Somos accesibles con nuestras herramientas de trabajo? Nos pasamos la vida reseñando las ventajas de las metodologías activas de aprendizaje, pero muchas veces no superamos el WISC o el Inventario de Intereses Profesionales. Y se nos queda “cara de póker” cuando nos mentan “algún artefacto digital”.
  • ¿Realmente formamos parte del centro educativo donde trabajamos? ¿Nos incorporamos a un grupo de trabajo o algún proyecto? ¿Tomamos el café con nuestros compañeros y compañeras? ¿Somos referentes o más bien recursos externos?
  • Cuando una nueva entidad o fundación de nuestro entorno quiere reunirse con el Departamento o Equipo de Orientación, ¿lo hacemos?, consideramos que es importante? ¿le damos prioridad?
  • ¿Somos accesibles en tiempos difíciles? ¿De verdad luchamos por una sociedad más justa? ¿Contribuimos a la compensación de desigualdades de “todo tipo”?

Son muchas las preguntas que nos podríamos hacer en cuanto a la accesibilidad orientadora. Ahora más que nunca tenemos y debemos ser accesibles, pero ACCESIBLES con mayúsculas. Siendo accesibles, nos volvemos visibles. Estamos rodeadas de compañeros y compañeras que están haciendo en estos momentos una labor admirable, diseñando materiales para el confinamiento, ofreciendo apoyo emocional a las familias, reinventando las tutorías en pares y un sinfín de actuaciones más. No tendríamos suficientes páginas para escribir sus nombres.

Queremos ser orientadoras del Siglo XXI, comprometidas por una educación pública e inclusiva. Pero debemos de comenzar por la unidad, sólo con un trabajo conjunto, en red, autonómico y nacional, podremos redefinirnos. Sólo desde de ahí surgirán los verdaderos cambios, los que perduran, los auténticos…

MurciAjenjo

 

Patricia Ajenjo Servia

Ana Murcia Asensio

Orientadoras educativas en Principado de Asturias

En Twitter: MurciAjenjo.

5 comentarios en “La orientación educativa en tiempos de coronavirus: retos presentes y futuros.

  1. En primer lugar, me encanta leer todas las reflexiones que hacemos como compañeros y profesionales de la orientación; es mi terapia de grupo. Yo, no soy muy dada a hacerlas, más bien a leerlas y seguir los comentarios de los demás, pero llevo días pensando y no precisamente en qué estamos haciendo ahora, si no en qué tendremos que hacer el curso que viene.
    La cuestión que ahora mismo más me preocupa es saber añadir, a la ya difícil tarea de sensibilizar hacia la inclusión (que personalmente tanto me está costando) una nueva: sensibilizar a la comunidad educativa de que la brecha digital abierta bajo nuestros pies ha dejado al descubierto muchas fortalezas del sistema pero también muchas barreras que van a conducir necesariamente a un cambio de «chip».
    Ya no tenemos a tres alumnos o alumnas con necesidad de compensación educativa, ahora todo el sistema ha de ser objeto de compensación. ¿Como llevarla a cabo?, ¿como orientamos en esa linea?.
    Lo estamos viviendo ya: instrucciones que invitan al profesorado a no avanzar contenidos y reforzar los del primer y segundo trimestre, profesionales de la orientación que intentamos recordarlo a cada segundo, equipos directivos que no se mojan y dejan las instrucciones al libre entendimiento (siempre haciendo referencia al sentido común que, a veces, es el menos común de los sentidos), y el curso mientras tanto avanza hacia uno nuevo y mucho me temo que hacia la misma imagen que todos los anteriores: «abrid los libros por la página…»
    El ahora casi casi ya no me asusta, el mañana es el que me causa preocupación.

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