Una #Biblioteca Digital de Centro Ejemplar

/ Colectivo Orienta

Jesús Hernández, director del IES María Pérez Trujillo de Puerto de la Cruz, nos habla sobre tecnología y bibliotecas. ¿Podemos depositar en la tecnología todo el peso de la mejora educativa?

 

 

Una biblioteca digital ejemplar

Nuestro centro puede sentirse orgulloso de contar con una biblioteca digital ejemplar.

  • La biblioteca de nuestro centro cuenta con más de 100 eReaders cargados de miles de e-books. 
  • Además, contamos con una buena red de portátiles en la biblioteca del centro que sirven a los alumnos para la realización de consultas y trabajos y una impresora DIN A3.
  • Disponemos, también, de una red Wifi abierta para nuestros alumnos con 300 megas.
  • Por último, contamos con una amplia colección de libros en formato tradicional de variadas temáticas, tanto de lectura como de consulta, y que abarca prácticamente todas las áreas y enseñanzas impartidas en nuestro centro.

Únicamente tenemos en el centro algunos problemillas relacionados con la lectura que pasamos a detallar junto con la manera en la que los hemos solventado satisfactoriamente:

  • Nuestros alumnos no solicitan libros de manera voluntaria, por lo que, afortunadamente, los obligamos a leer y puntuamos sus lecturas con positivos en las distintas áreas. Esta iniciativa ha resultado ser uno de nuestros grandes éxitos.
  • Tratamos de estar a la última intentando potenciar las nuevas tecnologías y convocando concursos con empleo de aplicaciones móviles, de youtubers, actividades diversas y participación en redes sociales. Para ser sinceros, al principio fue frustrante comprobar que eran escasos los alumnos que participaban, pero desde que decidimos gamificarlo concediendo badges intercambiables por décimas en las notas, el nivel de participación ha aumentado.
  • Cuando pedimos una opinión crítica de nuestros alumnos sobre las obras que leen y la visión crítica de la realidad que les ofrecen, obtenemos la callada por respuesta. Por ello, en la actualidad nos estamos planteando incluir el sistema de insignias para obtener los deseados resultados ya obtenidos en el uso y disfrute de las nuevas tecnologías.

Hasta aquí, la obviedad:

La tecnología, por sí misma, no mejora la enseñanza si se reduce a su uso sin fines, buenas metodologías, formación crítica y emociones.

A partir de aquí, señalar que…

Tan mala puede ser la «tecnofobia» como la «tecnofilia» o la nomofobia. Ni la tecnología per se es ninguna panacea, ni se le pueden poner puertas al campo permaneciendo anclados en el pasado.

Probablemente, en el equilibrio y en la subordinación del buen uso de la tecnología a la pedagogía y a la didáctica se encuentra el quid de la cuestión. Obviamente, la realidad mostrada al comienzo no es la de nuestro centro en su aspecto tecnológico. Aunque contamos con algunos medios, que más quisiéramos que tener esa realidad.

En cuanto al fomento de la lectura, nos encontraremos como tantos centros que hacen lo que pueden con los medios y personal con el que cuentan. Pretendemos dar importancia a la lectura, con acciones a desarrollar durante todo el curso, intentado integrar y relacionar el mundo tecnológico con el físico, tratando de hacer ameno el acercamiento a la biblioteca del centro y despertando el gusto y el amor por la lectura.

No creemos, por tanto, en el uso indiscriminado y sin sentido de la tecnología. Proliferan tuits (como el que sigue) en el que parece que la participación en redes sociales en este terreno como en otros parece más una cuestión de obligaciones, súplicas desesperadas y notas, que de un aprovechamiento y conocimiento de las potencialidades de la red.

Necesito solo unos 10 seguidores para un pagina sobre un trabajo universitario, por favor seguidme — El cos humà (@cos_huma) 16 de enero de 2017

Por el contrario, sí que creemos en su uso en un mundo cada vez más tecnológico, sin que por ello, renunciemos precisamente a desarrollar el gusto por la lectura y el espíritu crítico.

En conclusión:

  1. No se puede ser un buen lector, si no se ama la lectura. Difícilmente se puede contagiar el gusto por la lectura, si no se ama la lectura.
  2. No se puede ser un buen lector, si esa lectura no desarrolla la capacidad y el espíritu crítico. Difícilmente se puede fomentar la buena lectura, si no damos pie y fomentamos el desarrollo del espíritu crítico.
  3. Difícilmente seremos buenos lectores en el mundo actual, si no recurrimos a los medios tecnológicos con un formato tradicional en lento y continuo retroceso (no sólo nos referimos al libro en sí mismo, sino a la información circundante al respecto, a la vez, que entendemos y compartimos el amor por el libro de papel).
  4. Se puede ser un buen lector sin tecnología, pero difícilmente se puede ser un buen lector sin libros y sin amor por ellos.

Una biblioteca … virtual

En realidad en este artículo no hablo exactamente de la biblioteca de mi centro, que más quisiera yo que contáramos con ese hardware y software del que hablo. Este artículo se refiere a una situación ficticia que se acerca a la pedantería de manera intencionada.
Se trata de una situación ideal en lo tecnológico, para reflexionar sobre lo insuficiente de la tecnología si nos limitamos a usarla sin fundamentos educativos y, a la vez, señalar también las puertas al campo que se le ponen al uso de la tecnología escudándose en la pedagogía como si no fuesen compatibles y necesarias en estos momentos.
La necesaria implementación de la tecnología debería seguir los modelos TPACK y SAMR, en los que la tecnología debe estar relacionada con la pedagogía y la didáctica y permitir actividades que transformen el hecho educativo y que antes sencillamente no eran posibles.

Jesús Hernández.

Profesor y director del IES María Pérez Trujillo (Santa Cruz de Tenerife).

Crea y aprende con Laura.

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