Las emociones desde el curriculum.

Colectivo Orienta inicia su andadura en este curso con un artículo de Mª José Guardiola que nos habla de un tema muy tratado y en auge en las aulas, la «Educación Emocional», pero con un planteamiento distinto al habitual. No es sólo un artículo de reflexión, sino que va de la teoría a la práctica al ejemplificar desde una actividad este nuevo planteamiento. Todo ello se enmarca dentro de un proyecto más ambicioso del que estamos deseando saber cómo se desarrolla.

En las aulas nos encontramos con una heterogeneidad de alumnado, que hace que los docentes tengan que ser cada vez más especialistas, para entender cuáles son las características particulares de sus alumnos.  La formación continua del profesorado se hace imprescindible para la calidad de la enseñanza.

En mi experiencia como orientadora, he observado la necesidad de diseñar programas de Educación Emocional que estén relacionados con los contenidos curriculares de forma que no se queden al margen de la evaluación y a criterio del desempeño tutorial.  Es necesaria la implementación de programas de forma complementaria en todas y cada una de las áreas curriculares que conforman nuestros programas educativos. Ha de tratarse de programas donde se trabajen las habilidades interpersonales e intrapersonales, las cuales requieren un espacio temporal amplio.

A lo largo de los cursos, he observado como la implementación de programas de Educación Emocional en el Plan de Acción Tutorial, ha dependido en muchos casos  del tutor del grupo que  según sus habilidades, implicación y conocimientos en la materia, la puesta en práctica se hace efectiva o no. También es una realidad que cuando unos contenidos no son evaluados, el interés de muchos niños es escaso.

Por ello, considero que debería ser uno de los objetivos de educación el diseño de programas de Educación Emocional a través de contenidos curriculares, de tal forma que podamos interrelacionar tanto la efectividad y el sentido lúdico de estos programas, con los estándares de aprendizaje evaluados de las áreas curriculares.

La necesidad de una enseñanza globalizada hace que la Educación Emocional no deba quedarse al margen de los contenidos, de ahí que en el curriculum tendrían que estar contempladas, con carácter formal y con criterios de evaluación y estándares de aprendizaje específicos, las habilidades emocionales.

La concienciación en torno a la importancia de las emociones en el terreno educativo aumenta día a día, y lo hace a través de la puesta en práctica en los centros escolares. Por lo tanto, este tipo de educación no debe quedar relegada sólo al tutor de un grupo, sino que tiene que formar parte de todo el claustro de profesores y de toda la organización del centro.

La participación y colaboración de las familias también se hace necesaria, para que el proyecto tenga una continuidad. Es importante que los padres se involucren en la educación de sus hijos tanto académica como emocionalmente. Por ello, al igual que ocurre con contenidos curriculares como lengua, matemáticas, sociales, etc., donde las familias reciben información del seguimiento académico de sus hijos, se hace necesario abrir nuevos horizontes en los que además se les de información de los contenidos emocionales que se están trabajando.

Los niños se motivan cuando hacen una actividad complementaria para afianzar conocimientos estudiados de forma lúdica, y con interacción entre sus compañeros. Si estas actividades además nos sirven para desarrollar en ellos habilidades tan importantes en la sociedad hoy en día, llegamos a una educación plena.

Tal como están redactados los curriculum parece complicado trabajar de forma complementaria contenidos emocionales. Aunque la mayoría de los profesores los trabajan con carácter trasversal en sus áreas, desde el sistema educativo se deberían establecer estos contenidos a trabajar y ser evaluados en cada área, para que así no quede a criterio personal de cada profesor.

Es primordial establecer proyectos, a través de actividades educativas adaptadas a los contenidos de diferentes áreas, en las que se estudie con especial atención la forma de atender a los alumnos con necesidades educativas especiales. A través de él se trabajarán todos los bloques de la educación emocional con actividades adaptadas a diferentes áreas curriculares y a la edad de los niños, teniendo en cuenta en todo momento la necesidad imperiosa del aprendizaje de las emociones por parte de nuestros alumnos.

Todo ello es necesario llevarlo a cabo, por medio de un proyecto común interdisciplinar, en el que los docentes complementarán en él algunos de sus contenidos. Este proyecto se centra en el trabajo en equipo de los alumnos, desarrollando la empatía y la cooperación, trabajando la educación emocional, haciendo que el aprendizaje sea un continuo descubrimiento que lleve a la formación integral de la persona.

Mi objetivo para el siguiente curso, es desarrollar un programa interdisciplinar, desarrollando las actividades adecuadas para que podamos trabajar la educación emocional pero a través de contenidos curriculares. Comenzamos por Educación Primaria con el objetivo de continuar a lo largo de los cursos, de forma que trabajemos estos contenidos a lo largo de toda la escolaridad.

Un ejemplo de cómo lo podemos relacionar es el siguiente, con esto podemos ver cómo es posible poder llevar a la práctica la educación emocional con contenidos evaluables.

ACTIVIDAD «PARTY»

Objetivos.

• Trabajar el área socio-emocional de manera lúdica a través de las matemáticas, asimilando las normas del juego y enfatizando las relaciones del grupo.

Contenidos del curriculum.

Procedimiento.

El maestro distribuirá la clase en cinco grupos y dará un dado a cada grupo. Este dado tendrá seis caras, en dos caras pondremos “preguntas”, en otras dos caras “dibujar y escribir” y en las otras dos “juegos”.

Tendremos tres tipos de fichas:

• Las fichas rojas serán actividades de dibujar y escribir. Tendrán que dibujar niños con diferentes emociones relacionadas con situaciones que impliquen el conocimiento de conceptos matemáticos.
•  Las fichas verdes son actividades de preguntas. Tendrán que contestar preguntas tales como ¿estás contento?, ¿cómo te sientes?, relacionado con situaciones que implique el cálculo con monedas, y billetes.
• Las fichas azules son juegos. Podrán jugar a sudokus, sopa de letras, ábaco, oca…

Los puntos se sumarán por grupos siempre que los juegos y fichas estén bien realizados.

Mª José Guardiola

Maestra, Pedagoga y Orientadora del CES Vega Media (Alguazas, Murcia).

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